Escucho un spot de radio que hace el Senado de la República.
Habla de la inseguridad y del castigo al delito. La frase que llama mi atención
dice más o menos así “Si no hay denuncia, no se persigue el delito, y si no se
persigue el delito no hay castigo…” De
entrada suena bien, de hecho sería lo lógico. El problema no es la buena
voluntad del Senado ni el actuar ciudadano. El problema son los encargados de perseguir
el delito y procurar la justicia. Creo que, si los senadores fueran 100%
realistas, y no digo sinceros porque de entrada no lo son por gen político,
además de que no creo que hayan obrado de mala fe, repito, si fueran realistas,
el slogan debió quedar “Si hay denuncia, no se persigue el delito, y si no se
persigue el delito no hay castigo…”.
Yo entiendo que para los políticos el primer silogismo es el
correcto. Basta recordar las veces en que la justicia actúa con celeridad si
uno de ellos es víctima de los amantes de lo ajeno (así decían antes los
periodistas que tendían a ser medio mamilas). La cuestión cambia radicalmente
cuando un ciudadano denuncia el delito. De entrada ya sabes que vas a ir a
perder de tres a cuatro horas en el Ministerio Público, que cuando terminas con
el que te levanta el acta pasas con los judiciales que te ven y te tratan como
si estuvieras mintiendo, como si fuera un autorobo, o peor aún, como si
estuvieras denunciando a uno de sus cómplices. Una vez terminada con la
denuncia a esperar a los peritos, que lo mismo puede tardar unas cinco horas,
unos cinco días o ya en plan tardado, hasta que vuelva a pasar el cometa Halley,
eso, claro está, si deciden aparecerse.
Entonces, señores del Senado ¿por qué mejor no le pasan sus
spots al Poder Judicial, y ya después de estar completamente seguros que
entendieron la importancia de que hagan su trabajo, ahora sí vienen a
jorobarnos con sus flamantes ideas. Mientras, de verdad, podemos estar muy
contentos con saber que, de cualquier forma, no hacen su trabajo.
EL CUERPO DE ÉLITE DE TRUMP
No, no me refiero a sus esposas, ex parejas y demás. Hablo
de los guardaespaldas que lo cuidan. ¿Vieron el video en que está dando un
discurso y un móndrigo compatriota le pone el audio de “se cooooompran
colchoones, refrigeradooores….” Y el de los ricos y deliciosos tamales oaxaqueños,
que, al menos los que probé, son insípidos en su mayor parte, pero donde tienen
sabor saben como a calcetín.
El chiste es que, en cuanto se oye el audio, Trump mira
espantado a todos lados, imagino que como Juan Diego cuando la Virgen le habló.
Los guardaespaldas suben al estrado en chingueishion, que en español quiere
decir de inmediato, y lo rodean. Pero no crean que estilo team back o pamba
china, no, más bien parecían el ballet de Milton Ghio, girando alrededor de
Trump. Vamos, que hasta un niño con un rifle de feria pudo haberle dado un
balazo si hubiera querido. Lo que nos lleva a preguntarnos si en realidad
Obama, que ya ha dado muestras de ser un perfecto mula durante la cumbre de los
líderes de Norteamérica (Peña sufre!), pretenda que, en caso de que haya una
alma caritativa, perdón, un asesino que quiera eliminar a Trump, no encuentre
muchos obstáculos.
Respecto a la persona que interfirió el audio, le damos un
nueve de calificación. Lo siento, pudo haberse esforzado más y haber incluido “La
Culebra” como acompañamiento.
Me hiciste reir 😁
ResponderEliminarGracias, esa es mi intención. Ya tenemos suficientes intelectuales densitos analizando la situación del país como para yo sumarme a ellos. Me alegra que te haya gustado.
EliminarHéctor para Presidente
ResponderEliminarHéctor para Presidente
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