lunes, 4 de julio de 2016

Obama el populista

La Cumbre de Líderes de América del Norte ha sido una pesadilla para Enrique Peña Nieto, tanto por el desprecio de sus colegas como por las muestras de rechazo, ya sea de la gente en las calles como en internet.

Y es que el papel de los medios, así como de las redes sociales, ha sido decisivo en el linchamiento hacia su persona. Y no voy a decir que no se lo merece, después de todo la corrupción que aqueja su gobierno, así como el cinismo con el que se ufanan de sus propiedades nos tiene optudimoder.

El desprecio de sus colegas quedó en la máxima evidencia cuando al subir al estrado, el presidente mexicano señala con asombro al castillo canadiense, y los mandatarios norteamericanos parecen ignorarlo. Cuando se retiraban, Peña Nieto bajó, pero Obama y Trudeau permanecieron conversando arriba, por lo que Peña tuvo que regresarse a escuchar la conversación. ¿Torpeza política del anfitrión o mala leche de Trudeau y Obama? El clamor popular indica que fue lo segundo. No faltará quien se envuelva en la bandera del nacionalismo, y con voz de Libertad Lamarque digan que con ese acto han ofendido a México. Nada más lejos de la realidad. Una de las ventajas del gobierno de Fox es que dejamos de ver al Presidente como el Gran Tlatoani, por más que Peña y su equipo se hayan empecinado por volver a esos tiempos. Eso sí, que no se metan con nuestra Bandera porque ahí sí que les andamos partiendo la mandarina en gajos.

Hubo otro incidente con Obama. Se nota que el morenazo le trae ojeriza a Peña. EPN alerta sobre el populismo y en su discurso posterior Obama se declara populista. No, por favor, no se rían. Se que el chiste se cuenta solo, pero Obama lo dijo muy en serio. Claro, que hay que entender que no lo hizo por mala leche, al menos no con plena conciencia, y se debió más a un error de sintaxis. Obama dice ser populista porque está cerca de la gente y quiere dar beneficios a los más pobres. Noble forma de actuar que está muy lejos de la definición de populista, al menos de la que tenemos en México. Aquí populista es el político que promete cosas que sabe son imposibles de realizar, pero que es lo que el pueblo quiere oír. Con tal de que voten por él promete y promete, al fin que prometer no empobrece, y cuando llega al poder nada cambia, y si acaso hay cambios, son a costa de la estabilidad económica o social del país. No analizaré a López Obrador ni a Chávez porque hay gente que se acalambra con ello. Tampoco hablaré de Nicolás Maduro porque él no es un político populista, vaya, que ni siquiera es un político, sólo es un títere puesto en el poder. Entonces tomemos un caso más internacional, Boris Johnson y  Nigel Farage, líderes ideológicos del Brexit, mintieron y manipularon para que su opción fuese votada, prometieron que ya no iba a haber inmigrantes si salían de la UE, cuando la realidad comercial de Reino Unido con Europa hace imposible esta opción. Así pues, que los políticos populistas le cuestan mucho a sus países, y si no, basta recordar la docena trágica, los sexenios de Echeverría y López Portillo. Así que no, señor Obama, usted no es populista, por más apoyo que quiera dar a los pobres. De hecho un presidente de Estados Unidos no puede ser populista, se tendría que romper con muchos paradigmas sociales que componen la idiosincrasia yanqui.


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