De entre toda la fauna de lores y ladies destaca la más
reciente adquisición hasta la semana pasada. Se trata de Rafael Márquez
Gasperín, mejor conocido como Lord Audi. Y es que después de varios de estos personajes,
los cuales el mote ya caía en lo ridículo, surge Lord Audi quien representa los
“valores” de esta noble (es un decir) especie.
El mentado Lord tuvo a bien echarle lámina a un ciclista que
circulaba por el carrril del trolebús y de los ciclistas. Aquí hago un
paréntesis. ¿Los choferes del trolebús respetan a los ciclistas? ¿cómo le hacen
para rebasarlos? ¿Por qué están en el mismo carril? Misterios de la ciudad.
Pero volviendo al tema, Ari Santillán, el ciclista afectado,
después de ser acosado por dos cuadras, y al ver a un policía bancario, decide
parar y pedir ayuda. En lo que llega el policía Lord Audi toma la bicicleta y
la avienta a los arrayanes, que sin deberla ni temerla vieron afectada su
integridad. El policía intenta dialogar con el agresor pero este le contesta “Es
México, wey, capta”, y después de un rato huye en su auto, llevándose a su paso
una bicicleta de Ecobici.
La cuestión es que vimos la realidad de nuestro país. “Es
México, wey” dicen todos aquellos que quieren que se aplique la ley cuando
resultan afectados pero que la misma ley ignore sus faltas. Es el grito de
guerra de todos esos seres prepotentes que lo único que tienen es dinero, y en
muchos casos ni eso, ya que el dinero es de sus padres. La sociedad mexicana no
es racista, es clasista, que no sé si sea mejor, peor o todo lo contrario.
El poderoso pasa por encima de los demás, presume sus
amistades que tiene en el gobierno, en la política para subsanar el hecho de
sentirse tan poca cosa. Lord Audi huyó, según sus palabras, porque temía un linchamiento.
Quizás temió al México Bárbaro que él bien representa. El león cree que todos
son de su condición.
No sé en qué va a acabar todo esto, pero en definitiva tiene
que haber una sanción. Cometió faltas contra el reglamento de circulación, al
ir en un carril prohibido para los autos, agredió a un ciclista, también a un
policía. Por si esto fuera poco dañó una propiedad del gobierno de la ciudad,
sin olvidar que cometió un robo al llevarse la Ecobici. Por todo esto no puede
haber perdón, y ya no se trata de si el ciclista interpone o levanta la
demanda, eso ya es otra cuestión muy aparte. Si el tipo queda libre de culpa,
que no necesariamente implica que deba estar en prisión, las autoridades le
estarán dando la razón, y esto “será México, wey”
Lo que sí sería interesante es ver de qué manera esta publicidad hacia Audi fue positiva o negativa. Ya me lo dirán mis amigos publicistas.
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